Plaza Jardín en el antiguo convento de San Francisco

En el año 2001 tuvo lugar el derribo de la iglesia y convento de San Francisco de la localidad castellonense de Vinaròs, quedando únicamente en pie parte del muro norte de la iglesia y del pavimento interior de la misma. Tras este triste suceso, el espacio hasta entonces ocupado por el conjunto conventual fue asfaltado y dedicado a espacio de aparcamiento, y con el paso de los años los restos del muro y pavimento sufrieron graves degradaciones tanto por causas naturales como vandálicas.

El jardín de San Francisco nace sobre los restos arqueológicos del antiguo convento homónimo originario del siglo XVII, con la intención de evocar tanto la memoria histórica del edificio como de los huertos y jardines que lo rodeaban y devolverle la dignidad al lugar, al tiempo que convirtiéndolo en un lugar de encuentro, solaz y esparcimiento, recuperando un espacio vivo para la comunidad.

 Los antiguos muros del convento, cuyas trazas se hallaron tras la escarificación del nuevo asfaltado, se han recrecido con los propios sillares, lápidas, baldosas y tejas reciclados del edificio que se han encontrado durante la excavación, y que se han convertido simultáneamente en asientos para el jardín. Se ha pretendido de esta manera evocar el convento desaparecido con los propios restos arqueológicos aparejados, en lugar de engrosar el vertedero municipal con estos escombros de biografía tan singular a confundirse con muchos otros, generando ulteriores residuos para el medioambiente.

 El muro remanente de la iglesia se ha restaurado cuidadosamente con todos los restos y trazas de enlucidos, pinturas, carpinterías, etc., así como las señales de las viviendas que se adosaban por el exterior y que fueron las que permitieron la permanencia del muro hasta nuestros días.

 El área correspondiente al interior del convento y la iglesia se ha pavimentado empleando piedra de la zona de manera que se reconozcan claramente los espacios. Mientras que el pavimento correspondiente al área de la iglesia presenta la junta cerrada y dibuja las crujías del edificio original, el del área del convento presenta un espacio entre las losas de pavimento que permite el crecimiento de la vegetación, quedando perfectamente integrado en el conjunto del jardín. Los restos de muros de mampostería y pavimentos de guijarros del convento que quedan a ras de suelo dialogan y se funden con el manto verde del jardín.

La plaza atesora todavía numerosos restos arqueológicos y criptas en el subsuelo que, tras la pertinente limpieza, se han respetado para el futuro. Se han mantenido y recuperado no sólo las trazas del propio convento e iglesia, sino también el acceso original desde la calle San Francisco a través de la valla que rodeaba esa zona del conjunto, incorporándose además nuevos accesos a la plaza alrededor de la misma. Por otra parte, la vegetación superviviente consistente en una serie de palmeras y un ciprés, se ha conservado, empleándose como base para la nueva vegetación de la zona ajardinada.

Año finalización obra: 2015

Año realización proyecto: 2014

Ubicación: Calle San Francisco 38, Vinaroz, Castellón

Promotor: Ayuntamiento de Vinaroz

Arquitectos: Fernando Vegas López-Manzanares y Camilla Mileto

Arquitecto técnico: Salvador Tomás Márquez

Colaboradores: M. Soledad García Sáez, Lidia García Soriano, F. Javier Gómez Patrocinio, Isabel Segovia Campos

Instalaciones: INCOA Ingenieros Consultores

Iluminación: Elías Hurtado Pérez

Asesoría paisajística: Marta Edo

Premios:

El proyecto en plataformas de arquitectura:

 

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